El gran maestro Isaac (ben Jacob)
Campantón estudió con su padre , enseñó la Ley a Israel y formó muchos discípulos, siendo de ellos mi padre y
R. Salomón—de bendita memoria—gran
conocedor del Talmud, que aprovechó las enseñanzas del maestro durante más de 20 años, el maestro Isaac de León, que fue un sabio en todas las
ciencias y formó también numerosos discípulos, siendo uno de los mejores el maestro, santo y piadoso que santificó a Dios en Portugal,
el maestro R. Simeón Maimí—de bendita
memoria. El maestro Isaac Aboab (II), R. Moséh el Francés,
R. Shem Tob ben Shem Tob y el gran
maestro, favorecedor de sus amigos, Samuel El-Valensí— de bendita
memoria —quien a su vez
tuvo muchos discípulos entre los
mejores, el martillo fuerte, el de agudeza de ingenio, el maestro Josef Uzziel y
el maestro Moseh Alliegna (¿Alami?).
Otros, además de los mencionados,
estudiaron con el maestro Isaac Campantón, en los primeros años de su vida, siendo
ya en el final de ella, cuando lo hicieron el maestro santo y piadoso R. Moséh El-Valensí—de bendita memoria—y algunos
grandes sabios aquí no mencionados. El grande y piadoso maestro R. Shem Tob
Lerma, que fue uno de los más distinguidos discípulos del maestro Isaac Aboab,
se quedó en la cárcel, en la capital de Portugal, después que llegaron a Fez
los judíos expulsados, junto con el sabio Morí, el maestro R. Jacob Lual y R.
Abraham Saba.
Al cabo de un tiempo fueron a la ciudad de Arcila, en un barco frágil, siendo la intención de sus enemigos que se sumergiesen en el mar, mas Dios hizo un milagro con ellos, pues desembarcaron en Arcila, como hemos dicho, maltrecha la nave, sin patrón ni marinero, solo por la misericordia de Dios que los guiaba.
Murió el maestro Isaac Campantón en Peñafiel, en el año (hebreo) 5223 (1463ec), después de haberle sobrevenido varias desgracias, yendo errante y vagabundo por todas las tierras, de aquí para allá, por causa del terror real. He oído decir, respecto de él, que cuando era perseguido por los príncipes se echó sobre el sepulcro del grande e insigne maestro R. Isaac Gikatilla, y que, al levantarse de dicho sepulcro, dijo a sus discípulos: «De hoy en 8 días moriré».
Estos maestros mencionados, discípulos todos ellos del maestro, enseñaron la Ley en España hasta el tiempo de la expulsión, en que hubimos de salir de allí, como vamos a referir luego.
Más información
Para una lista de algunos de los sabios mencionados en esta referencia, ver Personalidades