Por José María Sadia, La Opinión de Zamora, Junio 26
Zamora se incorpora al conjunto de ciudades que hacen visibles plazas y calles donde habitaron los judíos hasta su expulsión en 1492. El Ayuntamiento hace efectivo así el compromiso que adquirió hace un año con los organizadores del congreso sefardí, que la próxima semana vivirá su segunda edición en Portugal, Fermoselle y la capital. Cuando el encuentro llegue a Zamora el próximo tres de julio, la ciudad mostrará los cinco lugares donde está mejor documentada la presencia hebrea: plazas de Zumacal, San Sebastián y La Leña, ronda de Santa Ana y entrada del bosque de Valorio.
A diferencia de Segovia o Toledo, la voluntad de "iluminar" los espacios donde la huella judía está presente entraña un grave problema: "No tenemos sinagogas, pero sí el recuerdo", definió ayer el concejal de Cultura, Francisco Javier González. Los promotores de la idea habían propuesto nueve hitos y el Ayuntamiento de Zamora ha escogido finalmente cinco. "Emplearemos los mismos soportes que hace años", precisó González. Es decir, prismas de metal que muestran información escrita y gráfica del lugar.
Concejal Francisco Javier González y el prof. Jesús Jambrina, Viterbo University |
El profesor Jesús Jambrina, promotor de la señalización, justificó cada uno de los cinco lugares seleccionados. El más conocido, la judería vieja de la ciudad, se sitúa en los Barrios Bajos. La elección de la plaza de Zumacal responde a las características de un espacio tranquilo y "libre de tráfico". En la plaza de San Sebastián la documentación existente sitúa la última sinagoga y la escuela rabínica. "Allí radicaban los rabinos que negociaron la salida de los judíos a Portugal", detalló Jambrina. La "importante" colación (vecindario) de San Cipriano tendrá su punto informativo en la plaza de La Leña mientras que la ronda de Santa Ana acogerá otro hito para hablar de "una judería nueva que pudo tener presencia en la ciudad entre cincuenta y sesenta años". Por último, la entrada del bosque de Valorio indicará la presencia del antiguo cementerio judío, avalado por la documentación histórica pese a la inexistencia de vestigios arqueológicos (nunca se llegó a excavar).
La confirmación de la colocación de estos cinco hitos es la antesala del segundo congreso monográfico, que lleva por título "Zamora y La Raya: herencias sefardíes compartidas" y se desarrolla entre el uno y el cuatro de julio en las localidades lusas de Vimioso y Carçao, Fermoselle y la capital. El encuentro de este año contará con 22 ponentes, aunque la respuesta de público es tan enigmática como en la pasada edición. "Esperábamos unas treinta o cuarenta personas y, finalmente, tuvimos 120, la mayoría vecinos de Zamora", explicó el profesor Jesús Jambrina.
Entre los ponentes destaca la participación de Jane Gerber, directora del Centro de Estudios Sefardíes de la Universidad de Nueva York, o Gloria Mound, investigadora israelí que buscará en Zamora familiares de los 23 zamoranos que padecieron en los campos de exterminio nazis. Algunos de los ponentes repiten asistencia, como Abraham Haim, presidente de la comunidad sefardí de Jerusalén.
Junto a la señalización, el Ayuntamiento colabora en la celebración de un concierto en el Teatro Principal (día 3, 20.30 horas) que reunirá a varios deudores de la música sefardí, aunque la protagonista principal será Mara Aranda, "quizá la intérprete de temas sefardíes más conocida del país", precisó Jesús Jambrina. Asimismo, habrá una oración simbólica en Valorio en reconocimiento al pueblo judío y una cena de shabat en el restaurante NH-Palacio del Duero.
El congreso llega tras los avances del Gobierno para otorgar el pasaporte español a los sefardíes de cualquier país. "Ha sido muy bien acogida por el reconocimiento a la herencia sefardí", valoró Jesús Jambrina, quien advirtió que miles de judíos con antepasados españoles podrían acogerse a esta posibilidad.