Por Concha Pelayo, escritora
Si
Zamora ya ofrecía interesantes aspectos históricos, culturales o patrimoniales,
ahora se nos presenta como una ciudad que fue el centro intelectual más
importante de la Castilla del siglo XV. El pasado mes de julio, la ciudad
acogió un interesante congreso que bajo
el lema «Reencuentro e historia de la aljama de la ciudad de Zamora» consiguió,
no solo, atraer a la ciudad a algunos de los mayores expertos en la cuestión
sefardí, sino reivindicar el importante papel que tuvo la comunidad hebrea
zamorana en el siglo XV, cuando las poblaciones del sur de la península iniciaron
su declive.
A muchos nos ha despertado una gran curiosidad por saber qué es lo que ocurría
hace varios siglos cuando en Zamora se asentaron los primeros judíos y
descubrir las peculiaridades de su vida
y cuanto de aquello permanece entre nosotros aunque nos pase
desapercibido, por eso, este congreso nos ha abierto los ojos y nos ha
despertado una curiosidad inusitada y compartida a tenor de los participantes
al congreso y por los muchos comentarios y preguntas que se están haciendo los
zamoranos.
Todos quieren saber donde estaban las juderías, qué significan los
grabados existentes en algunos paños de muralla que, hasta ahora, nos habían
pasado desapercibidos, el origen de muchas palabras, su significado.Una nueva y
desconocida Zamora que de pronto queremos descubrir cuando recorremos sus
calles y sus plazas, algunas de ellas con visibles signos que no
identificábamos porque apenas se sabe nada de la vida de los judíos zamoranos.
Figuras importantes fueron: Isaac Campanton,
Abraham Saba, Isaac Arama, Issac Abroad II, Isaac de León, Samuel Valensí, como
importante fue la escuela Talmud-Torá de Zamora, que nunca se resaltará lo
suficiente pese que a través de los
discípulos de Campantón y otros Scholars famosos, alcanzó a toda la
diáspora sefardí hasta hoy.
Otro famoso converso fue Alfonso de Zamora,
hebraísta, aunque, humilde él, al final de sus días llegó a decir que era el último de los sabios de Sefarad. Esto
levantó algunas dudas sobre la veracidad de su conversión. El Cardenal Cisneros
le pidió que formara parte de la traducción de la Biblia Complutense. Alfonso de Zamora fue un
personaje que, por si solo merece un completo reportaje que será para otra
ocasión.
En nuestras notas privadas, ya tenemos los
lugares donde se ubicaron los primeros asentamientos judíos y que los
encontramos por los alrededores de la
Catedral; también la Judería Vieja,
asentándose en la Plaza de Santa Lucía, Cuesta de San Cipriano, calle
Zapatería, de Balborraz, (premio Europa Nostra), de los Herreros. O la Judería
Nueva, localizándose en la Puerta de San Torcuato, Ronda de Santa Ana, Plaza de
San Sebastián, calle del Riego. Lugares todos ellos, emblemáticos, cargados de
historia y que confieren a la ciudad una singular y particular historia.
Lo cierto es que Zamora cobra una nueva
perspectiva que comenzamos a saborear y todo esto se lo debemos a un zamorano
en la diáspora, Jesús Jambrina, afincado en los Estados Unidos donde ejerce su
docencia en la Univesidad de Viterbo en
Wisconsin, un estudioso de la historia de su ciudad a la que visita cada año y
que no sólo se limita a pasear por sus
calles sino a investigar ese mundo sefardí zamorano que tanto le apasiona.
En su página www.zamorasefardi.com pueden descubrirse datos como que Sancho I entregaría a los musulmanes diez fortalezas en la frontera del Duero. Esto ocurría sobre el año 956 aproximadamente y en 1151 se empieza a construir la catedral de Zamora donde en sus alrededores se establece el primer asentamiento judío de la ciudad y así, cronológicamente, hasta nuestros días, se pueden ir descubriendo nombres de rabinos y sucesos que fueron aconteciendo y conformando nuestra historia a lo largo de los siglos. Un mundo apasionante que está ahí, a nuestro alcance, y que hay que descubrir.
La alcaldesa prometió a Jesús Jambrina que se señalizarían las juderías y que haría lo posible porque a Zamora se la conozca también como la Zamora sefardí de otros tiempos, un nuevo potencial turístico que hay que aprovechar y que se viene a añadir a los ya existentes y de los que tanto nos enorgullecemos como, por ejemplo, tener conciencia de que tenemos, nada menos, que veintidós templos románicos dentro de la ciudad, la mayor concentración de este arte en el mundo, o diecinueve edificios modernistas por lo que Zamora ha pasado a la Red de Ciudades Modernistas Europeas, además de los infinitos recursos que tenemos tanto en la propia ciudad como en la provincia.
En su página www.zamorasefardi.com pueden descubrirse datos como que Sancho I entregaría a los musulmanes diez fortalezas en la frontera del Duero. Esto ocurría sobre el año 956 aproximadamente y en 1151 se empieza a construir la catedral de Zamora donde en sus alrededores se establece el primer asentamiento judío de la ciudad y así, cronológicamente, hasta nuestros días, se pueden ir descubriendo nombres de rabinos y sucesos que fueron aconteciendo y conformando nuestra historia a lo largo de los siglos. Un mundo apasionante que está ahí, a nuestro alcance, y que hay que descubrir.
La alcaldesa prometió a Jesús Jambrina que se señalizarían las juderías y que haría lo posible porque a Zamora se la conozca también como la Zamora sefardí de otros tiempos, un nuevo potencial turístico que hay que aprovechar y que se viene a añadir a los ya existentes y de los que tanto nos enorgullecemos como, por ejemplo, tener conciencia de que tenemos, nada menos, que veintidós templos románicos dentro de la ciudad, la mayor concentración de este arte en el mundo, o diecinueve edificios modernistas por lo que Zamora ha pasado a la Red de Ciudades Modernistas Europeas, además de los infinitos recursos que tenemos tanto en la propia ciudad como en la provincia.
Jesús
Jambrina invita a todos los zamoranos para que investiguen, para que formen un
equipo de trabajo y empiecen a frecuentar los archivos y tomar notas, para que
recorran los lugares que él les ha mostrado estos días y vayan descubriendo con
sus propios ojos esos signos, esas huellas que nos hablan de una cultura
diferente a la nuestra pero que tanto nos aproxima.
Un
acierto de congreso que esperamos tenga continuidad.