Tomado de Los tapices góticos del Ayuntamiento de
Madrid, De Arte 1, 2002, pp. 55-63.
Laura Rodríguez Peinado Universidad Complutense de Madrid, y Victoria López Hervás Museo de San Isidro de Madrid
Laura Rodríguez Peinado Universidad Complutense de Madrid, y Victoria López Hervás Museo de San Isidro de Madrid
Soldado egipcio bajo las aguas (detalle) |
"Por los mismos años (finales del siglo XV) se realizaría el 'Paso del Mar Rojo' donde inspirándose en el Éxodo se representan diversas escenas alusivas a la partida del pueblo judío de Egipto hacia la Tierra Prometida. En el ángulo superior izquierdo aparecen Moisés y Aarón con la inscripción de sus nombres en sus vestidos. Moisés lleva su vara y platica con Aarón para que éste con su oratoria convenza al faraón en nombre de Yavé para que deje salir de Egipto a su pueblo. En la parte inferior el faraón rodeado de su corte en un palacio de arquitectura abierta típicamente flamenca, observa como la vara de Moisés manejada por Aarón comienza a convertirse en serpiente mientras los magos, a su izquierda, y dos emisarios, a su derecha, observan la escena con aten- ción.
En el centro de la composición el ejército egipcio desaparece bajo las aguas bermejas del Mar Rojo que engulle caballos, jinetes e incluso el carro del faraón mientras todos denotan con sus expresiones y actitudes desesperación y angustia (Fig. 6 en la foto).
A la derecha Moisés, cuyo semblante ha cambiado y luce barba, acompañado por Aarón y parte de su pueblo levanta la vara para que se unan las aguas del mar, otros grupos de israelitas unen sus manos en oración dando gracias a Yavé y otros, con sus rostros jubilosos, emprenden la marcha hacia la Tierra Prometida cargados con los ajuares que sacaron de Egipto; entre ellos figura una mujer cabalgando y sujetando las riendas con una mano mientras con la otra sujeta a su hijo que va mamando. En este grupo destacan en la parte inferior Séfora, esposa de Moisés, con sus dos hijos, uno en brazos y el otro de la mano,y a su lado dialogando con ella una mujer sujetando un cofre en su brazo izquierdo que podría ser María, hermana de Moisés que acompañó con danzas y música el canto triunfal de la liberación.
El tapiz está ejecutado en un estilo típicamente flamenco con figuras de tamaño natural esbeltas y elegantemente vestidas a la moda de la época con bellos brocados góticos. El faraón lleva el atuendo característico de un rey, los personajes de su corte se cubren con fantásticos tocados, Aarón y Moisés visten túnica y casulla, las armaduras de los soldados reflejan la moda militar y los bellos tocados de las mujeres dejan descubierta su amplia frente, señal de distinción en la época.
La lectura del tapiz es complicada por la multiplicidad de escenas. La línea alta de horizonte permite la representación de mayor número de personajes que se superponen en diferentes pisos dando lugar a una composición plana en la que el espacio se representa tímidamente en el palacio del faraón y el suelo que hay delante de él con florecillas menudas de gran detallismo. Los rostros de los personajes no son muy individualizados, pero los egipcios muestran facciones más grotescas mientras el pueblo judío está más idealizado, sobresaliendo por su candor Séfora, María y un joven que detrás de ellas lleva un bonete rojo, así como los rostros de Aarón y Moisés que están más cuidados.
El tapiz está bordeado por una estrecha orla con tonos ocres y toques rosáceos y azules de hojarascas góticas de estilo naturalista entre las que aparecen cazadores con perros y figuras inmersas en la vegetación. Fruto de una restauración ha sido la recomposición de la orla en la parte superior y costado lateral izquierdo donde se había perdido.
Aunque el tapiz carece de marcas, su estilo es propio de las manufacturas franco- flamencas de finales del siglo XV por su composición cristalina y la riqueza y vistosidad de la indumentaria de los personajes. Es posible que se realizase en algún taller de Tournai a pesar del estilo un tanto grosero y el dibujo poco cuidado de muchas de las figuras, con acusado claroscuro y poli- cromía apagada en la que predominan los rojos y azules, ya que la lujosa indumentaria era una constante en las tapicerías de Tournai, así como el estilo confuso que a menudo dificulta la comprensión de las escenas, lo que obliga a las inscripciones identificables. De cualquier modo, la relación que en la época había entre las distintas manufacturas hace difícil decantarse por una en particular, máxime en este caso en el que algunos aspectos de la elaboración no aparecen demasiado cuidados".