martes, 10 de enero de 2012

El mundo judío en Zamora: una asignatura pendiente

Actualización, febrero, 2025
Transcripción de la video entrevista a Florián Ferrero, director
(hoy jubilado) del Archivo Provincial, realizada el 21 de diciembre del 2011.


¿Cuáles son las primeras menciones a los judíos en Zamora?

Las primeras menciones documentales comienzan a aparecer a mediados del siglo XI, con la repoblación de Fernando I (c. 1062). Hablan de referencias aisladas a una serie de judíos asentados en torno al núcleo fundacional de la ciudad, es decir en torno a la catedral actual, noticias muy simples, pero ya a partir del siglo XIII tenemos referencias permanentes a una aljama importante (año 1259) y de ahí hasta la expulsión las noticias son numerosas.  

  
¿Puede describir la situación de la ciudad en esos siglos y cuál era la ubicación de la judería?

Zamora está sentada sobre una gran peña, es una gran acrópolis, orientada hacia el Duero que la protege y le proporciona agua y por ello es una ciudad que debe tener un vertimiento en forma de triángulo, cuyo vértice Oeste es el lugar inicial de la ciudad, donde se asienta la catedral y el castillo y a partir de ahí va creciendo en dirección Este. Se va desarrollando como si fuese una cebolla, es decir, al núcleo fundacional se le van añadiendo recintos amurallados. El primero sería muy pequeño y luego en el siglo XI, la ciudad comienza a extenderse en ambas direcciones. A finales de la edad media el espacio medieval en su totalidad tendría entre seis mil y siete mil habitantes, aunque se habla siempre de cuatro mil quinientos.

En los siglos XI y XII la población judía está muy mezclada con la cristiana en la zona de la catedral, a finales de este último siglo y sobre todo a principios del XIII, los judíos se trasladan a la zona más próxima al río, a lo que se conoce como los barrio más comerciales, lo que en Zamora se ha llamado el Valle o las Barrios Bajos (hoy La Horta) y allí va a funcionar la denominada judería vieja que empezaría a desaparecer a mediados del propio siglo XIII. Una parte importante de esa población se va a mudar al corazón de la ciudad, es decir, a las proximidades de la Plaza Mayor. Allí va a tener una población fuerte, muy interrelacionada con población cristiana y a partir de 1412 los judíos se van a trasladar hacia lo que sería el lateral norte de ese triángulo que se va a llamar Barrio Nuevo (hoy La Lana), que será el lugar de encerramiento de los judíos (a partir de 1480). La expulsión coincide con ese espacio. 

(Ver también artículo del entrevistado: "Nacimiento y evolución del segundo asentamiento judío en la ciudad de Zamora", en Anuario del IEZ, 2018, pp. 233-64)

¿Cuáles son las profesiones que van a practicar los judíos en Zamora?

Como en todos los sitios había de todo, pero lo que llama la atención es que fundamentalmente hay una masa de personas trabajando las viñas, es decir, productores de vino. Hay un documento de la época del obispo Suero de 1258 donde se llega a un acuerdo de la reducción del pago de diezmo con los judíos por las aranzadas de viñas que estos tenían en la ciudad. Ha habido una catástrofe en el sentido de inundación del barrio donde están asentados, se les ha destruido las viviendas y las viñas. Todo ello nos habla de una población judía muy importante en la ciudad dedicada al cultivo de la vid.

Llama la atención que no aparecen oficios intermedios como libreros, encuadernadores, tintoreros y otros, sin embargo, más tarde aparece una población en la que es común el tratamiento de rabí (Rabino) debido a la escuela talmúdica de Zamora. Por una parte, tenemos una población de labradores y por otra una élite judía que viene a estudiar y algunos se asientan en la ciudad.

(En el artículo posterior a esta entrevista, en el 2018, referenciado más arriba, Ferrero afirma que: Los judíos zamoranos desempeñaron una variedad de oficios, como zapateros, herreros, orfebres, traperos, viticultores, labradores, recaudadores, arrendadores, prestamistas, lenceros, tejedores, sastres, manteros, alfayates, armeros, cerrajeros, carpimteros, comerciantes, tenderos o médicos, p. 244)

¿Qué sabemos de la imprenta hebrea de Zamora, que fue una de las primeras en la península y en Europa?

Sí, pero es una de esas imprentas de las que prácticamente no sabemos nada. Cuando se habla de imprenta en Zamora estamos hablando de (Antón de) Centenera (c. 1450 – c.1508) que realmente fue uno de los primeros impresores españoles y, sin embargo, no hemos podido saber ni donde está la imprenta, si realmente la hebrea fue un apartado de Centenera porque curiosamente Centenera donde tiene su imprenta es en la judería vieja y está enterrado en la iglesia al ladito mismo de la judería vieja.

Indudablemente la población debió de ser importante, la ciudad era importante, las impresiones se hacían no sólo para aquí sino para ser difundidas por toda España y la imprenta tenía que ser suficiente para poder vender. Para llevar a cabo una impresión de un libro con caracteres hebraicos debía tener una serie de oficiales lo suficientemente preparados para manejar los tipos y que supieran lo que estaban haciendo.

Lo que podemos deducir entonces es que en Zamora tenía que haber una capacidad para llevar a cabo este tipo de empresa, pero lamentablemente no sabemos demasiado…

Es una asignatura pendiente

El estudio del mundo judío es una asignatura pendiente. Somos una ciudad donde no hemos sabido ver los restos de esa huella, tenemos un cementerio judío perfectamente localizado y todavía nadie ha hecho un esfuerzo por levantar y ver lo que existe ahí, sabemos de la existencia de al menos cuatro o cinco sinagogas en la ciudad, sabemos de una sinagoga vieja y otra nueva, precisamente, en la judería vieja, sabemos de una sinagoga al pie de la rúa, en el centro de la ciudad y sabemos de otra sinagoga en Barrio Nuevo donde se asientan al final, pues nadie todavía ha hecho nada para hallar los restos de esas sinagogas. Tenemos muchas asignaturas pendientes con relación al mundo judío que simplemente un estudio exhaustivo de los documentos y sobre todo de la arqueología nos permitiría meternos de lleno y que Zamora pasara a ser una de las ciudades más importantes dentro de la ruta del mundo judío en España.       

¿Qué repercusión tuvo en la ciudad el concilio de 1313 en el que se imponen varias restricciones a los judíos?

Para la ciudad no tuvo demasiada repercusión, fue un concilio provincial, en el sentido eclesiástico, cuyas normativas ya se habían decidido en Viena. Quiero decir, no se pone en duda la convivencia de esos momentos, convivencia en el sentido en que usualmente se habla, yo no creo en la España de las tres religiones donde se estaban dando abrazos, no se podían ver unos a otros porque ni siquiera se podían ver entre los de misma religión, pero en cuanto al concilio no hubo una implantación práctica, en Zamora la población judía vive en el centro de la ciudad, es vecina de población cristiana, si el concilio hubiese influenciado en algo, esto no hubiese podido seguir así por más tiempo. Incluso hay noticias de matrimonios mixtos entre judíos y cristianos, aunque después, en 1412, hubiera conversiones forzosas. A mí me da la sensación de que la convivencia continuó y de que el concilio de 1313 no tuvo una gran repercusión como han intentado decirnos, tal vez porque estableció unas normas muy estrictas que luego se han estudiado mucho, pero en rigor no tuvo el impacto que cree para la ciudad.        

¿Cuál era la situación de la comunidad judía justo antes de 1492?

Desde 1412 empiezan a haber tensiones, conversiones forzadas, conocemos de la visita de San Vicente Ferrer en Zamora a partir del 23 de enero de 1412, pero la situación de los judíos no debió de ser mala.

Hay un hecho que me llama la atención, ocho años después de la expulsión (1500) hay un documento que habla sobre la revisión que se hace de las murallas y en él aparecen multitud de viviendas de judíos adosadas a las murallas, y se les cita por el nombre a esos judíos todo ese tiempo después de la expulsión. En una urbe que todavía tenía muy presente la guerra de sucesión entre Juana la Beltraneja e Isabel la católica, que había sido uno de los lugares de enfrentamiento de esa guerra civil, que hubiera viviendas de judíos adosadas a la muralla significa que la población cristiana confiaba en la población judía.
Más tarde muchos judíos se convirtieron forzadamente y siguieron habitando con buen estatus en la ciudad… 

¿Qué documentación existe de la entrega de la Sinagoga Mayor de Zamora al Ayuntamiento?

Hay una entrega real, como se hace en la mayoría de las ciudades; tras la expulsión, los reyes católicos entregan el cementerio judío al convento de Santo Domingo y la Sinagoga Mayor al ayuntamiento para la construcción de una iglesia y al mismo tiempo entregan el Mesón de los Judíos también al ayuntamiento que a su vez vende este último a un particular.

Con respecto a la sinagoga mayor siempre se había dicho que se había transformado en iglesia alrededor de 1520, pero hace algún tiempo encontré un documento que confirma que ya en 1502 era iglesia de San Sebastián y como parte de ese documento se lee también una sentencia judicial por la que se sabe que la academia talmúdica se transformó en escuela de gramática. Es decir, es un espacio que nos habla de un cambio rápido. Todavía existe la Plaza San Sebastián y algún que otro retablo de esa iglesia desaparecida hace varios siglos.

¿Por qué crees que fuera Zamora escogida por los judíos de la región para salir a Portugal?

La razón fue la facilidad de paso a Portugal y la posibilidad de defenderse después de hacerlo a diferencia de otras zonas de España, por ejemplo, Badajoz, donde si bien era fácil salir, también lo era perseguirlos. La ventaja de Zamora es que estamos, en línea recta, un poco más de treinta kilómetros de Portugal, no mucha más, pero con dos obstáculos naturales muy fáciles de pasar en circunstancia normales, pero muy difíciles en momentos de peligro, que son el río Esla y el río Duero. En una situación normal funcionaba un paso por San Pedro de la Nave en el Esla y un paso por la zona de Fermoselle en los Arribes del Duero, entonces si había peligro podían pasar al otro lado y ya estaban a salvo, nadie los perseguía porque era arriesgado .

De ahí viene una de las grandes leyendas sobre Fermoselle, donde siempre se ha dicho que gran parte de la población judía que iba camino de Portugal, al final se quedó en la villa, lo mismo que pasó en algunas partes de Sanabria. Son lugares donde una vez que llegas, incluso sin pasar al otro lado, te sentías protegido. Y creo que eso es lo que hace que mucha población judía venga a Zamora para dar el salto. Y después regresar… 

Exacto porque se habla siempre del decreto de expulsión en marzo del 1492, pero no mucho del decreto de regreso en noviembre del mismo año, previa conversión, claro está.

Mucha población judía regresa convertida, como la situación aquí no había sido mala, no hay grandes problemas para restablecerse, recuperar bienes y asentarse en el centro de la ciudad. De hecho, es muy curioso, porque en el extremo de la Plaza Mayor actual, existe una calle llamada Platería en la cual va a haber asentada una masa enorme de plateros, hoy, precisamente, se publica la noticia en la prensa de que la custodia de la catedral se atribuye a Pedro de Ávila, que seguramente era de los judíos que se asientan en Zamora, salen cuando la expulsión y después regresan convertidos para seguir viviendo en la ciudad durante toda la primera mitad del siglo XVI. Hay muchos ejemplos de plateros viviendo en esa área.   

Y para concluir, ¿por qué no hay señalizaciones de las juderías en Zamora como existen en otras ciudades?

¡Ay, Señor! Eso es una de las cuestiones que algunos hemos estado pidiendo, es decir, que se tenga en cuenta nuestro pasado. Somos una ciudad maravillosa, somos una joyita dentro de Europa, una ciudad que se permite el lujo de tener intactas casi todas sus murallas, algunas partes tapadas, veinticuatro iglesias románicas, unos edificios y una trama urbana preciosa, pero donde hemos olvidado huellas de nuestro pasado y una de ellas es el mundo judío.

Algunos hemos pedido, y de manera urgente, porque sabemos, metro arriba y metro abajo, la existencia del cementerio judío, en el que, indudablemente, se tiene que hacer una excavación arqueológica seria, lo cual nos permitiría tener materiales para que una parte de nuestro Museo Provincial esté dedicada a nuestro mundo judío, sería un lugar de encuentro.

Yo he llegado a citar la existencia de una vivienda en Zamora, donde, de subida al piso superior, dada la vuelta, existe una inscripción hebrea, posiblemente fuera la inscripción que tuviese la sinagoga mayor sobre la puerta de entrada, el propietario estaría dispuesto a que se la retiraran, siempre y cuando le hagan la obra de ese peldaño, y nadie ha tenido la fuerza para hacerlo.

Yo sigo pensando que es una asignatura pendiente, la población judía y la cristiana no se diferenciaban demasiado aquí. Las viviendas de los judíos empiezan a ser distintas cuando están encerrados (después de 1480), no cuando comparten vecindad con un cristiano. Somos una ciudad donde determinados estudios se nos han dado mal, tenemos muchas asignaturas suspensas, no del año anterior sino de generaciones anteriores.

(Dos años después de esta entrevista, en el año 2014, a iniciativa del Centro Isaac Campantón, con la colaboración, entre otros de Francisco Javier González y Florián Ferrero, se creó la Ruta Sefardí

Jesús Jambrina
Viterbo University, La Crosse, Wisconsin