sábado, 19 de octubre de 2024

13 congreso internacional sefardí. 1-3 de julio, Zamora, España

Los judíos de La Raya luso española
Patrocinan: Ner Tamid y Centro Isaac Campantón

La frontera entre España y Portugal siempre ha sido un espacio compartido entre personas de diversas culturas, idiomas y tradiciones. Primero la topografía, luego la Vía romana de la Plata, después la demarcación de reinos y finalmente la división del territorio nacional han hecho que esta geografía sea elástica, creando un lugar con sus propias características y evoluciones sociales.

En relación al legado judío, La Raya luso española también alberga sus propias memorias históricas, pero también restos arqueológicos, incluida algunas de las evidencias más antiguas de la presencia judaica en la península ibérica, por ejemplo, la lápida referida a Annianus Peregrinus, exarconte de  dos sinagogas en Mérida, datada en el siglo IV o la januquía en la iglesia de San Pedro y San Ildefonsoen Zamora, datada en siglo XII.

 

Decenas de aljamas y juderías medievales han sido documentadas en la región, desde Lepe, en Huelva, hasta Tui, en Pontevedra, pasado por Badajoz, Cáceres, Plascencia, Ledesma, Fermoselle, en el lado español, y desde Faro, en el Algarve, hasta Braganza, en Tras os Montes, pasando por Elvas, Castelo de Vide, Belmonte, Miranda do Douro, Carção, entre muchas otras en ambos lados de la frontera.


Por siglos, cada vez que los judíos en los reinos hispánicos eran perseguidos o se les hacía la vida difícil, se movían a zonas alejadas en el norte y noroeste y después de la creación del reino portugués en 1143, muchas veces se refugiaron allí; igual cuando del lado luso los hebreos eran hostigados, cruzaban a los reinos vecinos en busca de sosiego.


En nuestro congreso queremos explorar los ires y venires judaicos en el espacio de La Raya, poniendo en valor la riqueza histórica y cultural de una región que en ambos países se encuentra distante de los centros económicos y por ello usualmente recibe poca atención y menos con relación a su legado judío.

Los temas para las propuestas pueden incluir, aunque no están limitados a ellos, los siguientes:

Los judíos de la Vía romana de la Plata en la antigüedad y en la edad media


Los distintos mikvés aún por identificar

 

Las consecuencias de 1492 y 1497 para las 

poblaciones en La Raya luso española


Ciudades refugio: Zamora, Braganza, Oporto

 

Los criptojudíos: figuras, autores, música 


Casos de los tribunales inquisitoriales de Lisboa, Coímbra y Torre do Tombo


Diáspora hispanoportuguesa desde La Raya

 

Los “portugueses” en las Américas

Dificultades para la identificación del legado judío y judeoconverso

Casuística de las localidades desconocidas tales como Frenegal de la Sierra, Barcarrota o Cazalla de la Sierra

Modalidades del judaísmo evolucionado hacia la masonería del siglo XX en La Raya. Sus concomitancias con el protestatismo español

 

Las propuestas deben ser enviadas a centrocampanton@gmail.com antes del 1 de junio y deben contar con nombre y apellidos del o la ponente, institución/asociación, un resumen de 250 palabras, y necesidades tecnológicas en caso de que las requiera.

Las propuestas serán leídas por un comité de especialistas y podrán ser aceptadas, aceptadas pendientes de inclusión de recomendaciones, o rechazadas. Las ponencias presentadas, luego de revisión por sus autores, y editores, podrán ser publicadas en un volumen de Actas. 

 

domingo, 13 de octubre de 2024

El misterio sobre la identidad de Cristóbal Colón sigue e incluso aumenta luego del documental de RTVes

 El documental Colón ADN. Su verdadero origen trasmitido por La 1 de RTVes en la noche del 12 de Octubre (ver) ha incrementado el debate sobre la identidad del almirante.

Según las conclusiones de esta producción, el perfil genético del navegante lo ubicaría en el Occidente mediterráneo, específicamente en el actual Levante español, en la región de Valencia.

Sin embargo, sin bien en la película se mostraron las faltas de coincidencias genéticas con personajes castellanos, gallegos, vascos y portugueses con los que las diversas teorías lo asociaban, no se presentó con quien o quienes en el territorio valenciano se comparó la muestra colombina, certificada como tal por la relación directa padre - hijo con Hernando Colón.

El médico forense José Antonio Lorente, de la Universidad de Granada, sólo afirmó en pantalla que la versión del historiador Francesc Albardaner Llorents, la cual afirma que Colón era valenciano y judío, era la más cercana, encendiendo el debate en la comunidad científica.

Desde que concluyó anoche la emisión del documental, varios especialistas en el campo de la genética han estado retando la metodología de la investigación, entre otras razones, porque los resultados completos no ha sido publicados en ninguna revista académica y por lo tanto no ha podido ser contrastado por los investigadores en el área de estudios:

Científicos y estudiosos dominicanos y uno español responden al documental sobre Colón (ver)

El País: Expertos internacionales arremeten contra el supuesto ADN de Colón: "Comentar esto es como opinar sobre alienígenas" (leer)

El País: Los restos de ADN de Colón: un espéctaculo que exige seriedad y transparencia (leer)

Jewish News Syndicate: Experts advise caution about report Christopher Columbus was Jewish (leer)

El País: El ‘show’ del ADN de Cristóbal Colón: pudo ser un judío de Valencia, o no (leer)

El confidencial:  La surrealista historia científica detrás del verdadero origen de Cristóbal Colón (leer)


sábado, 21 de septiembre de 2024

Prefacio a La Biblia y los judíos en la España medieval (2021)

Autor: Norman Roth, Profesor Emérito
Universidad de Wisconsin-Madison
Traducción del Prefacio: Jesús Jambrina,Viterbo University
 

Para los judíos, la Biblia es más que un libro; es una entidad viva y dialogante. Profiat Durán (del siglo XIV a principios del XV), en referencia al aprendizaje, observó que no se aprende en silencio sino en voz alta, de manera que todos los sentidos y “poderes” del cuerpo se involucren. Anotó que tal vez por esa razón la Biblia es conocida como miqra, es decir, llamada o lectura (en voz alta). Véase que esto es lo opuesto al término “Escritura (Sagrada)” que significa “escrito” y en este sentido no tiene un equivalente en hebreo. Como Martin Buber, tan elocuentemente, lo expresó: “¿Hablamos de un Libro? No, hablamos de la Voz ¿Hablamos de tener que aprender a leer? No, hablamos de tener que aprender a Escuchar”.

Por lo tanto, memorizar fue una parte esencial del saber judío desde los primeros tiempos, tanto para aprender la Biblia, como más tarde aprender la “ley oral” y las interpretaciones y argumentos de los cuales surgió el Talmud. Sin el beneficio de los libros impresos, la gente tenía que confiar en copias de manuscritos relativamente caros. En las escuelas nunca había suficientes ejemplares para todos los estudiantes, y lo típico era que el profesor recitara en voz alta y los estudiantes repitiesen con él. En las sinagogas, la Torá era leída en un gran rollo y las lecturas de los profetas en rollos pequeños. Algunos congregantes tenían copias de los textos, pero preferían ponerse alrededor de aquellos que escuchaban cuidadosamente la recitación. Esto quiere decir que había un énfasis en la transmisión y comprensión oral, lo cual dio paso a la memorización virtual, a veces completa, de los textos (talmúdicos y bíblicos; conozco casos en los tiempos actuales de estudiantes que memorizan la mayoría del Talmud Babilónico).



Además, y quizás más importante, esto crea lo que Buber llamó poner atención al significado exacto, e incluso al sonido de las palabras. Las palabras hebreas tienen una melodía, casi de carácter poético, y mientras más uno entra en sintonía con ellas, más profunda es la comprensión, no sólo de las oraciones sino de cada palabra. No hay dudas de que este fenómeno aumentó la sensibilidad hacia el significado del texto y una consciencia de sus matices, lo cual, al final, influyó en el nivel excepcional de interpretación bíblica que encontramos entre los judíos de España.

 

La familiaridad con la Biblia no estuvo, por supuesto, confinada a escuchar su lectura en la sinagoga, donde, no sólo los sábados, sino también durante las dos servicios semanales, se leía la Torá. Además, en el Sabat y las festividades hay lecturas de los profetas y de otros libros bíblicos. El Libro de Esther, conocido como Megiylah (Megiylah, rollo, aunque otros libros son llamados así), era leído en voz alta en la festividad de Purim. En España la costumbre era que las personas leyeran los Proverbios entre Pesaj y la fiesta menor de Sheminiy ‘Aseret. Las obligaciones privadas también se llevaban a cabo; como veremos más adelante, la ley judía requiere la lectura privada, individual, de la porción semanal de la Torá, junto con su traducción. A los hijos, o al menos los varones, se les enseñaba la Torá desde muy temprana edad en la escuela o en la casa; en España parece obvio que también aprendían otros libros bíblicos, puesto que puede demostrarse, usando varias fuentes, que un judío medio tenía un excelente conocimiento de la Biblia. Algunas mujeres, como mínimo, también la estudiaban y tenemos datos de varias que tenían manuscritos bíblicos entre sus más valiosas posesiones.

El logro cultural más relevante de los judíos de la España medieval fue el redescubrimiento y renacimiento del idioma hebreo. La creación de una gramática adecuada y el estudio científico del idioma necesariamente involucró una investigación cuidadosa y constante de la Biblia, dando lugar a comentarios que fueron más allá de la alegoría tradicional y la interpretación mítica.

Los comentarios bíblicos más tempranos en España fueron escritos en judeo árabe, el idioma que los judíos en las tierras musulmanas hablaban y escribían. En el siglo XII, Abraham Ibn Ezra produjo un cúmulo de comentarios en hebreo, dados a conocer en Italia, Provenza y tal vez en Francia, además de en su nativa España. A partir de ese momento, todos los estudios bíblicos en España fueron en hebreo, entre los judíos y también los cristianos.

Este libro (La Biblia y los judíos en la España medieval) investiga el estudio y la interpretación de la Biblia hecha por judíos en la España medieval, desde la época de la dominación musulmana hasta el siglo XV en la España cristiana. El primer capítulo presenta interpretaciones bíblicas y traducciones en general, antes de continuar con los comentaristas en la España musulmana (que incluye a buena parte del norte y del sur), ambos publicados y no disponibles en la actualidad. Aquí se introducen también las varias teorías o aproximaciones a la exégesis en la escritura de los estudiosos. Abraham ibn Ezra, el comentarista más importante, ya presentado en el primer capítulo, es considerado en detalles en el segundo. La interpretación bíblica de Provenza y la España cristiana generalmente es el tema del tercer capítulo, enfocado en el famoso “Nahmánides”.  

El capítulo final también se refiere a los manuscritos bíblicos y las ediciones impresas hechas por judíos, así como traducciones en lengua vernácula. Se incluyen detalles de todos los manuscritos existentes y de las ediciones impresas traducidas en España e Iberia medieval.

Al final hay apéndices que dan información acerca de las fuentes usadas por los comentaristas “principales”, Ibn Ezra, Qimhi y Nahmánides, y una lista de todos los comentarios de acuerdo con los libros de la Biblia.

En la actualidad no existe una investigación de este tipo, particularmente enfocada en la España medieval (una publicación española anterior sobre el tema es general y superficial). Algunos artículos introductorios son útiles, quizá el mejor sería el de Barry Walfish, “La interpretación judía medieval” en The Jewish Study Bible (Oxford, 2004, 2014), aunque, de hecho, se extiende más allá del período medieval.

Es obvio, por supuesto, que estoy profundamente en deuda con muchos estudiosos, del pasado y del presente, y particularmente con el trabajo excepcional que se ha hecho y se continúa haciendo en España.


martes, 17 de septiembre de 2024

Documental "Entre la piedra y la flor" (2023)

El documental "Entre la piedra y la flor" (2023) fue presentado en el Museo Etnográfico de Castilla y León, en Zamora, con la participación de su protagonista y co-productora Genie Milgrom, autora de varios libros relacionados con la recuperación del legado judío de su familia.

La película, dirigida por Roberto Otero Morfa, hace un recorrido por aquellos lugares donde los antepasados de Milgrom, cuyo nombre de soltera es María Eugenia Medida Ramírez, vivieron en su travesía desde Fermoselle, en La Raya zamorana, hasta Miami, pasando por La Habana y otras ciudades y países.

El film ha obtenido varios reconocimientos desde su estreno y se ha presentado en varios eventos y festivales de cine judío alrededor del mundo. Se trata de una evocación personal de Genie al descubrir que descendía de judíos españoles, varios de ellos procesados por la inquisición entre los siglos XVI y XVII en Portugal.    



Después de la proyección, Genie sostuvo un coloquio con los asistentes, residentes de la ciudad y visitantes desde Fermoselle. En el encuentro también participaron José Luis Calvo Domínguez, director del Museo Etnográfico de Castilla y León, y Christoph Steiner, consejal de turismo del Ayuntamiento de Zamora.


Más información en https://geniemilgrom.com/


lunes, 15 de julio de 2024

Zamora: «El mundo judío interesa y hay expectación por conocer más»

"Yo sí creo que Zamora tiene suficiente patrimonio material e inmaterial como para formar parte de la Red" - Marta Puig, presidenta de la Red de Juderías de España

Por Beatriz Blanco García
Fuente: La Opinión de Zamora | 15 de julio, 2024


Desde hace nueve años, Marta Puig dirige la Red de Juderías de España, una entidad que trabaja para poner en valor todo el patrimonio que dejaron los judíos en el país. Recientemente, ha acudido al congreso Zamora Sefardí, celebrado en el Parador Condes de Alba y Aliste.

–¿A qué se dedica la Red de Juderías de España?

–La Red de Juderías de España es una asociación pública que aglutina a ayuntamientos que tienen en común una serie de patrimonio material relativo a las familias judías que habitaron España antes de la expulsión. Fueron seis las primeras ciudades las que se pusieron en contacto en 1995 para empezar a compartir cómo gestionar, investigar y generar un relato para este patrimonio. Arrancó ahí una labor de reconexión con la cultura judía, con un trabajo de archivo y de investigación para saber cómo era el censo, qué puestos ocupaban y todo tipo de documentación relativa a su día a día, desde compraventas hasta defunciones, matrimonios, juicios y toda la documentación que se consiguió encontrar respecto a la presencia de judía en España. A continuación, se pasó a identificar arquitectónicamente la morfología de la judería y aquellos elementos patrimoniales que merece la pena recuperar, señalizar y empezar a compartirlo de una manera divulgativa, en primera instancia con los ciudadanos de la propia ciudad, pero también con el objetivo de que sea un motivo más para el turismo.

–¿Cuántas ciudades pertenecen a la Red en la actualidad?

–Hay 21 municipios en la agrupación, una cifra que sigue creciendo. Precisamente en este 2024 se inicia un nuevo proceso de apertura para aquellos que quieran formar parte de la red, tras el último, que se produjo en 2018, con la unión de Lorca, Sagunto, Tui y Béjar. Se esperan las candidaturas entre octubre y navidades y, a lo largo de 2025, se incorporarán nuevos socios.

Hay 21 municipios en la agrupación, una cifra que sigue en crecimiento

–¿Qué tienen que aportar?

–Primero, se presentan aquellas que dispongan en primera instancia del informe positivo de la comisión técnica, que luego se eleva a la asamblea. Para ser miembro de la Red tiene que tener la aprobación por mayoría de los miembros de la asamblea, que son los alcaldes de cada una de las ciudades que conforman esta entidad.

Valor en alza

–¿Qué valor tienen las juderías en España?

–Desde que se ha iniciado la labor de poner en valor y de acercar turísticamente este producto a la ciudadanía, nos hemos encontrado con enormes sorpresas. Que la aportación de la comunidad judía durante más de diez siglos en España fue tan importante que el hecho de que no se haya puesto en valor hasta ahora ha sido, primero, fruto de la ocultación y segundo, por puro desconocimiento. Existen personajes importantísimos, aportaciones de todo tipo que pasan por el descubrimiento de América y tantas otras cosas relativas a la astronomía, la medicina, las artes, la filosofía o la literatura. Es decir, fueron realmente brillantes en muchísimas áreas que constituyeron la base de que España fuese una potencia europea. Recuperarlo significa para nosotros reconectar con raíces que son nuestras.

–Así que, no estamos tan alejados como pueda parecer.

–Los judíos no son ellos y nosotros somos nosotros, sino que hemos empezado a entender que en nuestro ADN hay una parte importantísima de cultura judía, porque comenzamos a reconocernos en sus costumbres y en sus tradiciones. Hemos empezado a identificar qué fuerte tuvo que ser la influencia judía porque, a pesar de cinco o seis siglos de absoluto oscurantismo, permanecen. Y permanecen, primero, por la diáspora, que es un hecho humanístico realmente desconocido y de un valor incalculable.

Su importancia en España

–¿Cómo fue la vida de estas personas fuera de España?

–La comunidad judía se expulsa en su totalidad del territorio de España y Portugal y ellos empiezan a rehacer sus vidas en otros países, pero siguen manteniendo el cordón umbilical, con una relación no de odio ni de rencor, sino de amor y de sentimiento de pertenencia a este país. De hecho, en España se empieza a recuperar la cultura sefardí porque diplomáticos y militares en el extranjero escuchan en países muy extraños a gente hablar el español de Cervantes. Es decir, que se había ido conservando generación tras generación.

–¿Qué objetivos tiene la Red de Juderías en la actualidad?

–Los objetivos de la Red hoy, de manera casi involuntaria, van mucho más allá de los que se planteó en un momento inicial. Ahora representamos la vuelta a la convivencia, el regreso a la comunidad judía a España. Representamos un poco lo que simbolizaron, como digo yo, las calles, las puertas y las ventanas de las casas en las que vivieron los judíos antes de ser expulsados. Y, en el fondo, también es una labor de memoria histórica que desde el extranjero se valora muchísimo, porque el sefardismo no es una cultura muerta. Existen comunidades sefardíes en todo el mundo, que ahora miran a España como un lugar apetecible e interesante para volver, agradeciendo cómo hemos sido capaces de perdonar esa parte de nuestra historia y volver a reconectar con la cultura judía.

Las posibilidades de Zamora

–Ávila, Béjar, León y Segovia son lugares de Castilla y León que pertenecen a la Red de Juderías, ¿tendría Zamora posibilidades de entrar también?

–Yo sí creo que Zamora tiene suficiente patrimonio material e inmaterial como para formar parte de la Red. En cualquier caso, es el propio Ayuntamiento quien tiene que entender que su política cultural y turística encaja con este proyecto. Nosotros, a partir de este lunes publicamos las bases y en qué va a consistir el proceso, así que, si el Ayuntamiento lo ve interesante, esperamos su candidatura con los brazos abiertos.

–Mientras tanto, acaba de finalizar el congreso Zamora Sefardí, al que ha acudido por primera vez. ¿Qué impresión le ha causado?

–Era una asignatura que tenía pendiente y me ha encantado ver el número de gente que ha asistido al congreso y la calidad de las ponencias. La Red de Juderías tiene que estar presente, para alimentarnos y ayudarnos mutuamente. Por nuestra parte, le damos toda la difusión que podemos, independientemente de que Zamora esté o no en la Red.

–¿Todavía queda camino por recorrer para apreciar el patrimonio judío que existe en España?

–Todavía estamos lejos del objetivo de que todo el mundo sepa sobre este pasado, pero también es cierto que, en esta última década, hemos visto un cambio abismal. En España, prácticamente no se podía decir la palabra «judío» en alto hace treinta años, es un sector hacia el que miramos todavía con algo de miedo. Pero lo cierto es que tenemos más de 28 juderías en España señalizadas de manera homogénea, con nuestro logo de bronce en todas las calles. Hacemos actividades en las calles, festivales culturales, programas con colegios, viajes de prensa y promoción internacional, con lo que hemos avanzado mucho, ya hay mucho menor desconocimiento de que existe una importancia en nuestra historia que viene marcada por la comunidad judía. La percepción que yo tengo es que es un mundo que interesa muchísimo y hay muchísima expectación por conocer más.

 

lunes, 8 de julio de 2024

Reportaje fotográfico, 12 congreso internacional sefardí, Zamora, julio 1-3, 2024


Cartel del documental El sábado secreto (2024) proyectado en la inauguración del 12 congreso internacional, seguido de un conversatorio vía Zoom desde Tel Aviv con su director Daniel Goldberg y la investigadora Shulami Haleví, cuyo trabajo de campo acerca de los cripto judíos se incluye en la película



Participantes durante el Cóctel de Bienvenida ofrecido en el hotel Parador de Zamora



Ponentes y asistentes durante el Cóctel de Bienvenida ofrecido en el hotel Parador de Zamora



El rabino Haim Casas, de Córdoba,
durante su ponencia inaugural, titulada "El judaísmo en España hoy"



Sesión de preguntas y respuestas durante el congreso



El congreso tuvo una excelente acogida de público zamorano y asistentes desde otras autonomías como Andalucía, Galicia, Catañula, Madrid, así como de otros países, entre ellos, Portugal, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania.



Marta Puig, presidenta de la Red de Juderías de España y Jesús Jambrina, co-editor de Zamora en el mapa de Sefarad (2022),  intercambian libro y mosaico conmemorativo de la red.   




Laureano Alonso Álvarez y Rafael Sánchez Bargiela, de Tui, durante su ponencia.


Miriam Cruzado, presidenta de Tarbut Sefarad,
durante su comunicación. Para una entrevista en inglés con la autora, pichar Aquí.





Carlos Coca Durán, de Zamora, habló sobre los escritores anarquistas judíos
durante la guerra civil española.



Tiziana Palandrini, Italia, presentó acerca de las memorias sefardíes
en Cerdeña hoy



El profesor Pedro Proença Cunha, de la Universidad de Coimbra, presentó las ponecias del equipo de investigadores de dicha institución portuguesa. 




Presentación del libro Introducción al judaísmo (2023), del rabino Haim Casas,
en la Librería Jambrina





Firma de libro por parte del R. Casas 
 
 

R. Haim Casas y Judith Cohen, de Canada, conversan
antes de la presentación del libro  
 


En La Hostería Real como parte de la Ruta Zamora Judeo Conversa


miércoles, 3 de julio de 2024

Sefardíes que regresan al hogar

Por Beatriz Blanco García, foto: Ana Burrieza,
Fuente: La Opinión de Zamora, 3 de julio.

Alrededor de 40.000 judíos están repartidos por la geografía española en la actualidad, la mayoría en las grandes capitales de Madrid y Barcelona y el resto en Málaga y la Costa del Sol, aunque también se pueden encontrar en Ceuta y Melilla. El resto, apenas tienen relevancia en España, pues son grupos "diminutos".

Sobre esta comunidad habló el rabino principal en la Sinagoga Abierta de Córdoba, Haim Casas, en su conferencia "El judaísmo en España hoy", con la que se inauguró la duodécima edición del congreso Zamora Sefardí.

Los participantes escucharon el recorrido que hizo el experto por las comunidades judías que regresaron a España desde el siglo XIX hasta la actualidad. "La mayoría son sefardíes del Marruecos español, que regresaron tras la independencia del país en 1956. Después, con la dictadura argentina en los años 80, también acogimos a judíos que residían allí", añade.

Esta última remesa provocó que en los años 90 se añadieran a las tradicionales comunidades sefardíes marroquíes, afiliadas a movimientos religiosos ortodoxos, una nueva comunidad de índole más liberal y moderna.

Cuestionándose el modelo tradicional

De ahí que Casas se preguntara en su charla si el modelo tradicional de comunidad judía "entendido como un edificio de reunión, que sirve como sinagoga, con una directiva y un rabino, puede seguir siendo el único. Es cierto que va a seguir existiendo porque es un modelo que tiene dos mil años, pero considero que hay que adaptarse a los nuevos tiempos", apunta.

A esos tiempos parece que están más que adaptados en Estados Unidos. "Allí hay modelos que podríamos definir como más fluidos, pero en Europa esto todavía está incipiente. Y en España, todavía más, aunque en la última década es cierto que están apareciendo iniciativas que quizá son más de tipo cultural que religioso", considera.

Estos nuevos modelos, por tanto, lo califica más "como un grupo de activistas, de amigos que se unen para vivir su judaísmo ya sea a través de la cultura, de la comida, de la música o de la filosofía, sin estar afiliados a movimientos religiosos", detalla.

Tres movimientos

A grandes rasgos, resume los tres grandes movimientos actuales que existen en el judaísmo: "el ortodoxo a un extremo, el liberal reformista, al que yo pertenezco, en el otro extremo, y un intermedio que se denomina conservador", resume.

También considera que a los judíos, "aunque nos encante pensar que somos una etnia pura y nada a nuestro alrededor nos ha afectado", también han sido hijos de su tiempo, al vivir en sociedad. "Cuando existió el helenismo, tuvimos mucha influencia de la cultura grecorromana, en el siglo X gran parte del mundo judío vivió en el mundo islámico, "influyendo su música, el pensamiento, la cultura o la poesía árabes", pone como ejemplos.

Haim Casas fue ordenado rabino en Londres en 2017 —"soy el primer rabino cordobés ordenado en 500 años", señala con orgullo— y desde entonces ha estado ejerciendo en Francia y Suiza, antes de volver a Andalucía, donde le tiran su familia y sus raíces, cómo el mismo confiesa.

Se considera un rabino "freelance" y en esa Andalucía "donde la comunidad judía no ortodoxa es prácticamente inexistente", se gana la vida, principalmente, a través del turismo cultural y educativo, organizando viajes por la España judía y sefardí.

Corriente reforzada

Haim Casas pertenece a la corriente liberal reformista del judaísmo, que nació a la luz de la Ilustración y de la figura de Moses Mendelssohn "que empieza a analizar la religión a la luz de la razón, aunque existe el precedente de Baruch Spinoza, filósofo de origen sefardí del siglo XVII, que empieza a cuestionarse aspectos como la divinidad de la Torah", apunta el ponente.

Es en el siglo XVIII entonces cuando empieza a surgir una rama que ven al judaísmo de una manera diferente, "a la luz del tiempo que están viviendo y de la razón y, lógicamente, esto va a tener sus consecuencias, como abogar por la igualdad de hombres y mujeres, la posibilidad de que ellas puedan ser rabinos, una adaptabilidad de la ley tradicional judía e incluso una manera diferente de relacionarse con el no judío", pone como ejemplos.


Un paso importante se da en el siglo XIX, cuando a los judíos se les permite salir del gueto. "Es lo que llamamos la época de la emancipación, cuando el judío se convierte en ciudadano y ese gesto es una reacción al judaísmo más tradicional", reconoce.

Por tanto, su opción "es una respuesta más racional, liberal y adaptada a su tiempo y a la cultura de su entorno", considera.

martes, 2 de julio de 2024

"En doce años se ha logrado un mayor conocimiento de la Zamora judía"

"En esta edición nos centramos en las comunidades sefardíes en la actualidad, que están muy vivas y repartidas por todo el mundo"


Por Beatriz Blanco García
fuente: La Opinión de Zamora, 2 de julio


El congreso sobre la Zamora Sefardí llega este año a su duodécima edición, de la mano de Jesús Jambrina, miembro del Centro Isaac Campantón, fundado en 2013, que se centra en la investigación para poner en valor y dar a conocer el legado judío de la ciudad y la provincia. Una labor que el profesor considera que ha dado sus frutos, aunque "siempre queda trabajo por hacer".

–¿Qué temas van a centrar la edición de este año?

–En esta edición nos centraremos en los sefardíes de la actualidad. Siempre hemos hablado sobre ellos, pero en otras épocas, como la Edad Media o las migraciones que hicieron hacia diferentes ciudades. Pero este año vamos a hablar de las comunidades sefardíes hoy, que son comunidades vivas y repartidas por muchos lugares del mundo. Es un tema que no se había tratado antes, aunque hayamos hablado siempre del asunto colateralmente. Dedicamos el congreso exclusivamente a las comunidades sefardíes en el presente.

–¿Por qué lugares del mundo están repartidas estas comunidades en la actualidad?

–Viven en muchas partes del mundo, la mayoría en Israel, pero también en Argentina, Brasil, México o Estados Unidos. También hay comunidades repartidas por diferentes lugares de Europa, como Francia o la zona de los Balcanes. Son comunidades que están funcionando y tienen sus retos, como todas las comunidades judías alrededor del mundo.

–A pesar de las distancias que les separan, ¿tienen algunos rasgos comunes?

–Sobre todo, el idioma judeoespañol, esa es su identidad lingüística. También tienen un recorrido histórico, marcado por acontecimientos como el holocausto en el siglo XX. Pero se trata de comunidades que vienen de mucho antes, con la diáspora sefardí que se origina en España, haciendo que se tengan que establecer en el norte de África, el sur de Europa, Israel, Estados Unidos y Sudamérica. Son comunidades que tienen raíces muy profundas en todo el mundo occidental. Y todo eso se va a poner de relieve en el congreso de este año, con estas conexiones que tienen, además de la conservación de las tradiciones.

–La gastronomía, por ejemplo, es un aspecto muy importante. También la música sefardí, que vive un auge en la actualidad, como su literatura. De hecho, en España un autor en Granada acaba de publicar el primer libro en judeoespañol en 500 años. Hay cosas muy interesantes que están sucediendo y por eso veíamos que era la oportunidad para hablar de todo ello por fin en el congreso de este año.

 


–¿Qué estructura se va a seguir en las jornadas?

–Nuestros congresos siempre han sido interdisciplinarios. Nosotros tenemos un día dedicado a las sesiones de ponencias académicas, de la mano de historiadores que vienen de España, Portugal, Francia, Estados Unidos y Canadá, además de académicos de estos países. Esa es la línea que siempre hemos mantenido. De hecho, en 2022 publicamos las actas de los congresos entre 2013 y 2021 bajo el título "Zamora en el mapa de Sefarad", con 25 autores, que se puede encontrar en las librerías Jambrina y Milhojas de Zamora. También contamos con otras actividades, como presentaciones de libros, conversaciones sobre la literatura de esta temática que se publica cada año, conciertos e incluso cine.

–¿Se cuenta con alguna novedad?

–Este año tenemos algo muy especial, que es la celebración de los diez años de la ruta sefardí que se creó en Zamora en 2014. Vamos a hablar de ella y además proponer una nueva, la de la Zamora judeoconversa, porque hay muchos sitios en la ciudad que están conectados con los judeoconversos que vivieron en sus calles. Creemos que puede ser interesante esta ruta y hablaremos de ella en detalle.

–Una de las ponentes que nunca falla es la musicóloga Judith Cohen.

–Ella es nuestra asesora en el Centro Campantón en todo lo relacionado con el tema musical. Es la especialista y a la que le consultamos sobre esa área. Por ella se han hecho varios recitales en los congresos.

–¿Qué conferencias pueden ser las más interesantes de esta edición?

–No podría elegir, porque considero que todas lo son este año. Tenemos, por ejemplo, a Haim Casas, que es el primer rabino de Córdoba oficialmente ordenado después de 500 años. Se trata de una persona que realiza muchas actividades en su comunidad y tiene una historia muy interesante que contar. Él presentará las comunidades judías en España en la actualidad y presentará su obra esta tarde en la librería Jambrina, a las ocho de la tarde. El resto de historiadores aporta algo interesante en sus ponencias. Presentará su libro en la librería Jambrina.

–¿Qué tipo de público está interesado en este tipo de congresos?

–Nosotros no contamos con ninguna subvención, se trata de un congreso que se autofinancia a partir de los patrocinios que recibimos de los participantes, gracias a sus donaciones. No cobramos la matrícula para poder asistir, pero algunos de los participantes apoyan el congreso y esa es la financiación con la que contamos. Lo más interesante de nuestros patrocinadores es que muchos de ellos son de la propia Zamora y la mayoría de los que asisten al congreso también son zamoranos. Tenemos un grupo de académicos de otros países, así como público de México, Francia, Alemania, Estados Unidos y Portugal, que ha venido expresamente al congreso, pero la gran mayoría de los matriculados son de Zamora. Y es que el congreso se hace básicamente para los ciudadanos de la ciudad, ese es nuestro objetivo: que las personas de aquí conozcan parte de la historia zamorana.

–Después de doce años de congresos, ¿se puede decir que ya se conoce mejor la vertiente judía de Zamora?

–Siempre hay que hacer trabajo de difusión, pero después de todo este tiempo sí es cierto que hay más conocimiento. Aunque tengo que subrayar que yo no soy el primero que habla de este tema en Zamora. Ha habido historiadores y estudiosos que han publicado libros sobre ello mucho antes. Lo único exclusivamente que he hecho yo desde, el punto de vista académico, ha sido trabajar la figura de Isaac Campantón y de sus discípulos, pero el tema de los judíos en Zamora ha sido tratado desde el siglo XIX con Fernández Duro hasta Florián Ferrero Ferrero en el siglo XXI. Lo que también he hecho es darle un toque de esta época través de las redes sociales, por las que he compartido mucha de la investigación realizada, manteniendo esta conexión en las redes sociales, que es lo que toca en la actualidad. En el congreso se han visibilizado conceptos nuevos publicados. Así que sí, se conoce un poco más, aunque sigue habiendo más conocimiento fuera que dentro.

–¿Y eso a qué puede deberse?

–Porque una de las características de las comunidades sefardíes es que son internacionales, teniendo un contacto con España, pero residiendo en diferentes países. Nosotros hemos hecho congresos conjuntos con Portugal y Jerusalén y en ambos países se conoce la historia judía de Zamora. También hemos presentado conferencias sobre este tema en países como Estados Unidos, Canadá o México, porque muchos de los sefardíes salieron a estos lugares. Así que creo que en los últimos doce años hemos hecho un gran trabajo dando a conocer estas comunidades que consideramos que es muy importante que se conozcan.

 

 

sábado, 29 de junio de 2024

Los sefardíes hoy

A propósito del 12 congreso internacional sefardí a celebrarse en Zamora, España, del 1 al 3 de Julio.


Los judíos de cultura sefardí y sus descendientes son aquellos que pertenecen a las diversas líneas que parten de la península ibérica a partir de la expulsión decretada por los reyes Fernando de Aragón e Isabel de Castilla en 1492. Esta será una población que, los que salieron, fueron mayoritariamente a Portugal, pero también, entre otros lugares, a las islas Canarias, las Azores, Marruecos y todo el norte de África, la península itálica, Turquía, Grecia, los Balcanes, Safed y Jerusalén, al igual que, camuflajeados como cristianos, al Nuevo Mundo, el cual poblaron profusamente desde el Nuevo Reino de León hasta el Río de la Plata, pasando por el Caribe español, inglés, francés y holandés, además de Brasil.

Desde finales del siglo XVI se asentará también en Amsterdam, Bordeaux y más tarde en Londres. A mediados del siglo XVII llegarán a
Curação, Jamaica y Haití, uniéndose a los nuevos cristianos o conversos de origen español con quienes formaron un sólido grupo social. Entre finales del siglo XVI y mediados del XIX se identificaron como La Nação portuguesa, con comunidades madres en Amsterdam primero, brevemente en Recife, luego en Londres y finalmente Nueva York, a partir de 1654.  

En los reinos hispánicos y el portugués, así como sus colonias americanas (o virreinatos), muchos vivieron como cripto judíos, siempre vigilados y perseguidos por la inquisición. A partir de finales del siglo XVIII los sefardíes de occidente evolucionaran sus modos y costumbres como parte de las nuevas naciones modernas mientras que los que habitaban en el antiguo imperio otomano, como minoría religiosa, mantendrá una situación de subordinación socio cultural hasta 1948 cuando se establece el estado de Israel. Antes de esta fecha, sin embargo,muchos habían emigrado a las Américas, en busca de mejores oportunidades, renovando el legado judío sefardí del continente.  
 
Los sefardíes hoy son un gran mosaico de poblaciones diversas que viven, sobre todo en Israel, pero también en Latino América, Europa y Estados Unidos, tejidas por acontecimientos históricos, entre otros, la expulsión de 1492, la persecución inquisitorial entre 1481y 1834, el holocausto, hecho que brutalmente diezmó a las comunidades europeas, particularmente en los Balcanes, y más recientemente el 7 de octubre.

Es, por otra parte, la población judía más diversa, atravesada por siglos de convivencia con otras identidades a nivel global y a su vez de un gran arraigo cultural mediante el idioma ladino y sus variantes, la música, la literatura y las artes, la gastronomía y la práctica religiosa, desde la más ortodoxa hasta la más liberal. En otras palabras, un pueblo milenario, superviviente de la inquisición y el holocausto y preñado de futuro.