jueves, 22 de noviembre de 2012

Nunca es tarde si la dicha es buena


España


El gobierno reactiva la concesión de la nacionalidad española a los sefardíes extranjeros.

Se calcula que unos tres millones de descendientes de los judíos expulsados de España podrían beneficiarse de la medida.

El Gobierno ha decidido reactivar la concesión de la nacionalidad española por carta de naturaleza a los extranjeros sefardíes que así lo soliciten. Mañana, los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, participarán en un acto en el Centro Sefarad-Israel, en el que será presentado el procedimiento para llevar a cabo la medida, de la que pueden beneficiarse unos tres millones de personas descendientes de los judíos que fueron expulsados de España en 1492.

La concesión de la nacionalidad a los sefardíes fue acordada por el Gobierno de Felipe González en 1988 y durante años se fue aplicando, aunque no de manera masiva, hasta que en 2009, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero frenó las concesiones. La llegada al poder de Mariano Rajoy volvió a poner la medida en marcha y, a lo largo de este año, se han concedido ya unas 120 nacionalidades, mientras varios centenares más se encuentran a la espera de que se resuelva su solicitud por el Ministerio de Justicia.




Ahora, el departamento de Asuntos Exteriores, de acuerdo con el de Justicia, cursará instrucciones a las Embajadas y Consulados de los países en los que se estima hay judíos sefardíes para que faciliten el acceso ala nacionalidad española a quienes lo soliciten.

Los países en los que hay una mayor población de judíos descendientes de los expulsados de España en tiempos de los Reyes Católicos son Turquía, Francia, Argentina, Brasil, Venezuela, Bélgica y Grecia. En algunos de ellos, como Turquía o Venezuela ha habido bastantes solicitudes de personas que se consideran inseguras en esos países y ven en la obtención de la nacionalidad española una vía de salida a sus problemas.

Para determinar qué personas tiene derecho a la nacionalidad española, el nuevo procedimiento valorará elementos como los documentos que tengan en su poder, libros o artículos en que se haga referencia a su familia, sus apellidos o los informes de algunas comunidades que disponen de más datos como la de España. Muchas comunidades sefardíes han mantenido viva la cultura española, así como la lengua judeoespañola, el ladino. Precisamente en el Centro Sefarad-Israel se exhibe estos días una exposición bajo el título «De buena tinta», que recoge medio centenar de cabeceras de periódicos publicados en ladino.

Al acto de mañana asistirán también el director del Centro Sefarad, Florentino Portero, y el presidente de la Comunidades Judías de España, Isaac Querub.

Tomado de ABC, 22/11/2012




Los españoles que “añoran Sefarad

Otro de los objetivos de la instrucción es, según Margallo, "recobrar la memoria de la España silenciada durante hace mucho tiempo" y culminar el camino "hacia la tierra y libertad" de los españoles que "añoran Sefarad" y viven en la diáspora.

Para Gallardón, esta instrucción es la del "reencuentro" y va dirigida a todos "los que han sido injustamente privados de su nacionalidad y han recreado a través del afecto una España que nunca se resignaron a perder y que a partir de ahora es tan suya como nuestra, en lo que al derecho se refiere".

En el acto ha participado también el presidente de la Federación de las Comunidades Judías, Isaac Querub, que ha tenido un recuerdo para aquellos judíos que fueron expulsados de España en el siglo XV y sus descendientes, que hoy, tras 520 años de "nostalgia" y "añoranza" de la tierra de sus padres, accederán a la nacionalidad española "se encuentren en el lugar que se encuentren".

Querub ha destacado la "voluntad inequívoca" del Gobierno y ha trasladado su agradecimiento a los ministros de Justicia y Exteriores por este compromiso que "culminará en la forma legislativa que corresponda" y que permitirá a los sefardíes sentirse "plenamente españoles" en derechos y deberes.

Al igual que el 31 de marzo de 1492, fecha de la firma del edicto de expulsión de los judíos de Castilla y Aragón, fue, según Querub, un día de tinieblas y oscuridad, la disposición legal "de retorno" anunciada hoy hará que esta jornada "pase a la historia como un día de cielo azul claro e intensa luminosidad para España".

Tomado del El País, 22/11/2012